miércoles, 25 de julio de 2012

Unforgiven

Escuché "Adiós Nonino" y lloré.
Esta vez las palabras son pocas.
Una vez un tipo dijo que el hombre que siente mucho, poco puede decir.
Sucede que hay finales que uno vive, otros que uno ni se entera, y están los peores de todos: los que uno atestigua.
El mundo sería muy distinto si aprendiéramos de una puta vez que amar es mucho más importante y gozoso que ser amado.
Yo arranco hoy.
¿Y vos?

http://www.youtube.com/watch?v=wqSxwWgpE6A

lunes, 23 de julio de 2012

El Señor Hojalata

"I don´t see myself when I look in the mirror; I see who I should be"

    Vaya uno a saber por qué, al escuchar la canción a la que hago referencia más arriba, empecé a escribir.
    Según la primera respuesta que amablemente brinda el tío Google al pedirle la definición de "sensación", estaríamos hablando de las siguientes tres acepciones:

1- Impresión que las cosas producen en la mente por medio de los sentidos.
2- Emoción producida en el ánimo por un suceso o noticia.
3- Presentimiento,intuición.

    En cualquiera de los tres casos, la sensación tiene su epicentro en la mente, aunque su origen sea externo. Devanando el tema encuentro la mordida del desconcierto.
    No importa quién ni dónde, ni la edad que tenga, ni la religión que profese; todas las almas humanas tienen sensaciones. Ellas, las almas y las sensaciones, se definen mutuamente. Lo que diferencia un hombre de otro es su forma de percibir subjetivamente una realidad escencialmente objetiva. Por esto disiento con aquellos que dicen  que "cada quien tiene su verdad"; en el mejor de los casos, cada quien tiene la sensación que le causa la verdad. Y con eso sería suficiente para hacernos únicos e irrepetibles, incluso prescindiendo de huellas dactilares y registros desoxirribonucleicos.
    Cosa loca la sensación, que siendo sólo una lectura, se cree que es un libro.
    ¿Debemos confiar en nuestros sentidos? ¿Debemos confiar en la interpretación que nuestro cerebro da a los estímulos que ellos reciben? ¿Tenemos alguna otra opción?
    ¿Es nuestra emoción una niña caprichosa y ofendida? ¿Es una máquina que crea un estado de ánimo tomando como materia prima un acontecimiento? ¿O es el random del reproductor musical, caprichososo e inconexo?
    Una vez leí que los profesionales teorizan en primer lugar, para luego aplicar y generar una práctica hábil de lo teorizado. Por último, cuando la práctica es abundante y la teoría sondeada hasta sus confines, sucede que ambas se funden para conformar la intuición profesional; la cual indica los caminos a tomar sin una clara razón, pero con gran determinación y rara vez con error.
    Pensé largamente acerca del tiempo y la historia; y de como ambos, siendo práctica y teoría no-obligatorias de la vida, enseñan el valor de las sensaciones. Y ahí la ambigüedad lo domina todo, sin leyes, ni rebeldes, ni rey; con dominio absoluto. La realidad es un continuo círculo de construcción y percepción. Como un "fluir del pensamiento" diría una mujer que mucho entiende de escribir. Incertidumbre por saber, que al ver algo, ya no lo vemos, porque al verlo, lo hemos modificado. Inútil la esperanza de abarcar algo que por el hecho de intentar encerrarlo, crece cada vez más.
    Porque la sensación es un misterio. y así será hasta el final de los tiempos.
    No tiene sentido curar las alas de una mariposa muerta, pero tampoco las de una viva.
    Dejemos a los lunáticos lidiar con estas cuestiones; seguramente las traten con más cordura.
    Tendremos que conformarnos con suavizar las pasiones, dar convicción a nuestras ideas y vehemencia a nuestras palabras. Tendremos que ser felices intentando definir un rumbo claro y aprendiendo a escuchar la canción de las hojas en el otoño.
    Y esperemos que las hojas no se cansen de cantar, porque esa sí es una linda sensación.